La Cruz Roja ha decepcionado enormemente a muchos de sus socios. Esta afirmación puede sonar radical, pero es la conclusión a la que hemos llegado después de escuchar varios testimonios de personas que se encontraban en situaciones muy precarias y solicitaron ayuda a la organización sin éxito. Lo más sorprendente de todo es que, según estos testimonios, atendía principalmente a inmigrantes, lo que hace que uno se pregunte qué ha pasado con el propósito original de esta organización.
La Cruz Roja fue fundada hace más de 150 años con el objetivo de ayudar a cualquier persona necesitada, sin importar su origen, raza, religión o condición social. Esta organización ha trabajado en situaciones de emergencia en todo el mundo, brindando apoyo en áreas como la salud, la educación y el bienestar. Sin embargo, la situación que se ha planteado recientemente hace que uno se pregunte si esta organización sigue fiel a sus principios originales.
Es comprensible que la organización tenga una política de ayuda específica para los inmigrantes que llegan a nuestro país, especialmente considerando la situación actual de migración en Europa. Pero lo que no es comprensible es que la organización se niegue a ayudar a las personas necesitadas que son ciudadanos españoles o residentes legales en España. ¿Cómo puede justificarse que una organización que supuestamente ayuda a cualquiera que lo necesite, no lo haga con los que más lo necesitan?
Lo más preocupante de todo esto es que la Cruz Roja es una organización que recibe fondos públicos y donaciones privadas. Es decir, los ciudadanos y las empresas que apoyan a esta organización lo hacen pensando que su dinero se destinará a ayudar a los necesitados. Si resulta que la Cruz Roja está discriminando a ciertos grupos de personas, esto es algo que va en contra de los principios fundamentales de la organización y también de la ética.
Como sociedad, debemos esperar y exigir más de la entidad social. Esta organización tiene una responsabilidad enorme en ayudar a los necesitados, pero esa ayuda no puede ser discriminatoria. Si la Cruz Roja quiere mantener su reputación como una organización benéfica de confianza, necesita revisar sus políticas y asegurarse de que su ayuda llegue a todas las personas que la necesiten, independientemente de su origen o estatus migratorio. Si no lo hace, seguirá decepcionando a las personas que confían en ella para obtener ayuda en momentos difíciles.
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