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  • Música de cine de la Film Symphony Orchestra en Roquetas de Mar

    La Film Symphony Orchestra regresa el 20 de marzo a Roquetas de Mar con una nueva gira FÉNIX: un emocionante espectáculo en torno a la mejor música de cine que representa el resurgir de la vida, del arte y de la cultura. Un zarpazo, un rugido, un espectacular viaje musical a través de una nueva selección de las bandas sonoras más icónicas que el séptimo arte nos ha dejado. Con FÉNIX, FSO resurge con nuevas energías y un espectáculo para volver a disfrutar, para volver a reencontrarse con esas emociones desvanecidas, sentimientos que la pandemia nos arrebató y que hace tiempo perdimos. FÉNIX es reencuentro, es recuperar las ganas de vivir, volver a creer en que, a pesar de todo, la "La vida es bella". Porque tras luchar como verdaderos “Gladiator” contra una "Bestia" que nos atemoriza, queremos celebrar que la vida tiene una parte “Bella” que nos ilumina y nos da esperanzas. Porque FSO declara su espíritu combativo al más puro estilo de “Los intocables de Elliot Ness”, para defender que la música nos hace libres. Pero también para declarar su amor por el cine, a lo “West Side Story” y por las series, que nos han acompañado en nuestras casas durante estos largos meses de oscuridad. Por eso, el programa de este año incluye también más música de series que nunca. Porque FÉNIX es dejarse llevar, celebrar el regreso a los escenarios y el resurgir de FIlm Symphony Orchestra y la mejor música de cine de entre las cenizas tras la pandemia. Sobre el programa FÉNIX será una gira para renacer, y por eso, coincidiendo con el estreno de Matrix Resurrections, la orquesta incluirá en su programa el mítico título original, Matrix, en un homenaje a la revolucionaria BSO que Don Davis nos dejó y que fue fuente de inspiración para, entre otras cosas, el emblemático vestuario del director de la FSO. Una gira en la que Constantino Martínez-Orts nos llevará una vez más de la mano de grandes partituras como las “oscarizadas” La Bella y la Bestia, con la que Alan Menken, ganó en 1992 dos de sus ocho Oscar (mejor canción y mejor banda sonora), La vida es bella, de Nicola Piovani, Oscar a la mejor BSO en 1998; El Señor de los Anillos, trilogía que catalizó el premio de la Academia para Howard Shore en 2002; o la magistral West Side Story, por la que un descomunal Leonard Bernstein recibió la estatuilla a la mejor orquestación en 1961 y de la que ahora celebramos el 50 aniversario. Y si de grandes compositores hablamos, no podemos olvidar algunos nombres habituales en cada gira de FSO como Hans Zimmer (10 veces nominado al Oscar y con una estatuilla en su poder), del que podremos disfrutar el sobrecogedor tema “Chevaliers de Sangreal” de El Código Da Vinci y una nueva selección de temas de Gladiator; Ennio Morricone, que esta vez nos llega con una impactante suite de Los Intocables De Elliot Ness; Bernard Hermann, del que escucharemos el elegante Vals Lento de Fascinación; o Alan Silvestri, de quien disfrutaremos una suite de Polar Express... Incluimos MATRIX, al hilo del estreno de Matrix Resurrections (resurrección ligada al renacer de FENIX) en diciembre de 2021. En un homenaje a la revolucionaria banda sonora que Don Davis nos dejó y que fue fuente de inspiración para, entre otras cosas, el vestuario del director de la FSO. Títulos clásicos como La Conquista del Oeste de Alfred Newman, Ben-Hur de Miklos Rozsa o El Maravilloso Mundo del Circo, de Dimitri Tiomkin; títulos de los 80’ y 90’ como Mucho Ruido y Pocas Nueces de Patrick Doyle o la mítica serie El Equipo A de Mike Post & Pete Carpenter; y de rabiosa actualidad como las series The Mandalorian de Ludwig Göransson, premio Emmy en 2020 a la mejor BSO o Los Bridgerton de Kris Bowers, de la que disfrutaremos una suite que incluye lo mejor de la banda sonora. En definitiva, una gran gira con la mejor esencia de FSO que llegará de nuevo a más de 30 ciudades de toda España, además de Oporto y Lisboa, que arrancó el 10 de octubre en Madrid y se prolongará hasta junio de 2022 con cerca de 60 conciertos y de los que ya están disponibles las entradas de todas las fechas.

  • El misterio de comer migas en Almería los días de lluvia

    Las migas están muy relacionadas con la provincia de Almería. Se vinculan a su gastronomía, cultura, tradición e incluso geografía (han cedido su nombre a lugares como el Barranco de Gachas Migas, localizado entre Mojácar y Carboneras, o Loma de Migas, que se encuentra entre Vícar y Felix). Seguro que, muchas veces, te has preguntado por la historia de las migas o por la curiosa tradición que tenemos en Almería de tomarlas en días lluviosos. ¿Sabes la razón? Se dice que la gente que vivía en el campo se encontraba un tanto aislada. Cuando llovía con intensidad, no podían salir a comprar. Por consiguiente, tenían que conformarse con comer las provisiones almacenadas. Eran tiempos difíciles en los que el ingrediente principal era el hambre. Muchos tenían que conformarse con pan duro. Otros sacaban la harina. Algunos contaban con los productos de la huerta que cultivaban. Los más afortunados conservaban morcilla o chorizo de la matanza. Con estos productos comenzaron a elaborarse las migas. Asimismo, al ser un alimento muy calórico, se adaptaba a la perfección a los días grises que difuminaban las ganas de salir y ahuyentaban el impulso de mojarse cantando bajo la lluvia. Por otro lado, Almería siempre ha sido una tierra mimada por el sol y rechazada por la lluvia. Por eso, llover era un acontecimiento digno de celebración y agradecimiento. La lluvia encarnaba la promesa de prosperidad para las tierras. Estos días, familiares y amigos se reunían haciendo migas en torno a una chimenea. Éstas debían de quedar sueltas y bien desmigadas. Eso se conseguía con un buen baile entre la paila, la rasera así como la mano que las meneaba con ritmo y gracia. Una vez terminadas, se colocaban en la mesa y todos comían sobre la paila donde se habían cocinado. Personificaban la unión, alegría y el acto de compartir. Con este ritual las migas destellaban un sabor especial, rústico, auténtico, mágico. Hasta el siglo XX, las migas se consideraban un plato relacionado con los pastores y agricultores. Por si acaso llovía mientras estaban trabajando, solían llevar un zurrón o una zamarra que contenía ajos, aceite y cuscurros de pan o harina. Entonces tenían que ingeniárselas para buscar una guarida (cueva, cortijo, corral…). Una vez dentro de su “madriguera”, encendían un fuego y cocinaban migas viendo la lluvia caer. Muchos han visto en la cocina andalusí a los antepasados de nuestras migas. Tras la expulsión de los moriscos, los Reyes Católicos prohibieron sus tradiciones y costumbres. Afirman que las migas constituyeron una forma enmascarada de comer el cuscús. Por su parte, los cristianos comenzaron a añadirle a las migas productos derivados del cerdo. Su objetivo era acentuar las divergencias con los árabes. Igualmente, hay teorías que apuntan a que las migas descienden de un guiso con pan y cordero llamado tharid. Al parecer, era la comida favorita de Mahoma. Se trataba de un plato utilizado para agasajar a las clases altas de la sociedad musulmana. Con el avance del tiempo, ganó humildad y perdió humedad. Otros argumentos retroceden aún más en el tiempo. Relacionan las migas con las gachas que tomaban los legionarios en el Imperio Romano. Sea como sea, las migas se convirtieron en una comida básica en el mundo rural, que les permitía hacer frente a las duras labores agrícolas. Los ganaderos y sus vías pecuarias fueron los responsables de que las migas “colonizaran” diferentes lugares de España e incluso Portugal. Posteriormente, las exportaron a Filipinas. Allí las llamaron “paralosdos”, haciendo hincapié en el hecho de compartir. Curiosamente, en este país existe un municipio llamado Almería. A decir verdad, podemos encontrar muchas variedades de migas: manchegas, aragonesas, extremeñas, andaluzas, gachasmigas (Murcia), alentajanas (Portugal), turriyones (Zamora), migas canas, migas de gato, etc. Por supuesto, en Almería también tenemos nuestras migas autóctonas. Si bien la engañifa es parecida a la que ponen en otros sitios (sardinas, boquerones, tocino, chorizo, pepinos, rábanos, tomates, pimientos secos, ajos, etc), la peculiaridad radica en que no se elaboran con pan, sino con harina de sémola de trigo. Es un tipo de harina con mayor grosor y que posee un color amarillento. ¡Están muy pero que muy buenas! ¡Como las migas de Almería no hay otras! ¿Y tú? ¿Haces buenas migas con las migas? ¿Cómo prefieres comértelas?

  • Cuevas del Almanzora despliega en FITUR toda su Alma Legendaria

    El alcalde de Cuevas del Almanzora, Antonio Fernández Liria, y la concejala de Turismo y Cultura, María Isabel Ponce, han presentado en la Feria Internacional de Turismo de Madrid el vídeo promocional ‘Cuevas del Almanzora. Alma Legendaria’ Con un audiovisual diferente, el municipio hace llegar al mundo el arte y la historia que viven en su valioso patrimonio cultural y arquitectónico local “Tenemos un patrimonio cultural e histórico en forma de monumentos, museos y casas palaciegas de una relevancia capital en la provincia de Almería”. ha explicado hoy el alcalde de Cuevas del Almanzora en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR) 2022. El primer edil cuevano junto a la concejala de Cultura y Turismo, María Isabel Ponce, han presentado en el stand de Almería la oferta turística cultura que puede disfrutarse en la localidad. Lo han hecho a través de un audiovisual diferente, que pretende hacer llegar al mundo mucho más que imágenes de algunas de sus maravillas. De ahí que el municipio despliegue, en un vídeo artístico y cargado de metáfora, algunos de sus encantos patrimoniales con la música y el arte que viven y renacen en ellos con cada mirada de vecinos y visitantes. Cuevas del Almanzora. Alma legendaria Es el eslogan elegido para un audiovisual que se inicia, al son de los tambores, que simbolizan el paso del tiempo, junto al Indalo más grande del mundo, pintado en el embalse cuevano, hasta donde se sitúa el guitarrista que interpreta a ese hombre (ese pueblo) que ‘lucha’ para que el tiempo no sea sinónimo de degradación sino de revitalización. Y así, durante los dos minutos que dura el vídeo, Cuevas muestra una pincelada de su valioso patrimonio histórico y cultural mientras su ‘Alma’ aparece como el espíritu vivo que necesita renacer continuamente. El Museo Antonio Manuel Campoy, una de las mejores pinacotecas de Andalucía, con obras de Miró, Picasso, Tàpies… entre otros muchos; el Castillo del Marqués de Los Vélez, monumento emblemático del municipio que guarda mucho arte y cultura entre sus murallas, amén de la gran historia que atesora y que está siendo puesta en valor, son los primeros escenarios, a los que les siguen los palacetes del siglo XIX, joyas de la huella del esplendor minero que se tradujo en verdaderos tesoros que se conservan y que se siguen rehabilitando. Cuevas del Almanzora es un pueblo señorial que apuesta por un turismo sostenible, cultural y patrimonial que conserve la historia y ofrezca a sus visitantes, además de increíbles paisajes y playas, además de experiencias naturales, de turismo activo y de gastronomía de calidad, una emoción que tiene que ver con sumergirse en la historia y en la idiosincrasia de una zona y una época que se convirtió durante un siglo en el epicentro del desarrollo industrial. De ella quedaron auténticas maravillas que merece la pena visitar. Por ello, el alcalde cuevano, Antonio Fernández Liria, destaca “queremos que nos visiten y que sientan la belleza arquitectónica y artística de una época de esplendor, la del siglo XIX, cuando Cuevas era el epicentro nacional de la actividad minera que transformó nuestra fisonomía, y que brinda historias de vidas de grandes contrastes que se pueden vislumbrar entre los frescos en las paredes y techos de las casas palaciegas, como la Casa Torcuato Soler Bolea o la Casa de los Figuera. Quién viene a Cuevas del Almanzora se sorprende de las maravillas que encuentra a cada paso, atraídos por la experiencia cultural e histórica que le ofrecemos a través de visitas guiadas a esos lugares, o simplemente, dando un paseo por el casco histórico, observando los palacios que trufan las calles principales y que tejen una historia apasionante”.

  • ¡CUIDADO! Mojácar te atrapa y te impide escapar

    «Monxacar» (monte Sagrado), Murgis-Akras (altura), Mojácar. Es lo mismo. Un bello pueblo almeriense con mil años de historia. En el pasado alcanzó su máximo florecimiento durante el Califato de Córdoba. Actualmente, está incluido en la red de los Pueblos más Bonitos de España. En su futuro se escriben largos días soleados, el perfume de las flores y un delirio marítimo inmensamente azul. Podemos dividirlo en Mojácar Pueblo y Mojácar Playa, separados por 3 km de distancia. Mojácar Pueblo está inundado de historia y encarna la ciudad antigua. Se eleva sobre una colina que, originariamente, servía para avistar a los enemigos que enturbiaban el mar; manchando de robos y fechorías la localidad. Sobre dicha colina se asienta una masa de casas blancas, a juego con las nubes que navegan en su colosal cielo celeste. En su interior alberga un enjambre de calles estrechas y laberínticas, incluso hay una que se llama Salsipuedes. Ciertamente, Mojácar hace que deseemos no salir de allí. Quisiéramos quedarnos atrapados entre sus pintorescos indalos y la alegre algarabía de sus flores que asoman por los balcones. Colorean de vida la palidez de las paredes. Antiguamente, la única vía de acceso al pueblo era la Puerta de la Ciudad (Puerta de la Almedina), que estaba conectada con la muralla. Se reconstruyó en el siglo XVI y nos muestra el escudo de Mojácar. En él resalta un águila de dos cabezas que pertenece a la casa de los Austrias. Fue un obsequio otorgado en reconocimiento a su lealtad en la batalla de las Alpujarras. Una de las zonas más auténticas y llenas de encanto es el Arrabal. Encontramos rincones angostos y una explosión de colorido. Hasta el siglo XVII era el barrio judío, excluido de las murallas. No cometas el error de excluirlo de tu visita. A quien seguro que verás es a la estatua de la Mojaquera. Sostiene un jarro de agua sobre su cabeza y va vestida con mármol blanco de Macael. Nos oculta parte de su rostro. No lo hace con una mascarilla, sino con un pañuelo. Tal y como solían hacer las mujeres antiguamente. También encontraremos varias plazas interesantes. La Plaza del Parterre fue una necrópolis árabe. Aparece acompañada de plantas, arcos de herradura y una imagen de la Reconquista. Igualmente, tenemos la Plaza Nueva que nos brinda un mirador increíble. Sus vistas enlazan las sierra con los pueblos aledaños y el mar. Si queremos contemplar las vistas del pasado, podemos acudir a la casa de la Canana. Un viaje ubicado a un siglo de distancia y que recrea cómo era el típico hogar mojaquero. También podemos observar un árbol centenario que hunde sus raíces en la Plaza del Ayuntamiento. Fue exportado desde América. Ha viajado a través de los continentes, a través de las décadas. Asimismo, la historia de Mojácar se refleja en su Fuente Mora. En el siglo XV Alavez, gobernador árabe, se negó a renunciar a Mojácar. También rehusó luchar contra los Reyes Católicos. Expresó su deseo de que todos los habitantes fuesen tratados como hermanos en vez de como enemigos. Juró lealtad, ganando paz y armonía. Jamás fue exiliado. Existe una placa que revive este suceso histórico. Sin duda, Mojácar te encantará. Todos quieren venir aquí pero nadie quiere marcharse. A Mojácar le regalaron su último aliento artistas como Fritz Mooney, Henry Higgins, Paul Beckett, Win Wells…etc. Sus voces callaron, reflejando el silencio, pero su influencia siempre será eterna. Por otro lado, Mojácar Playa es la zona que tiene más vida. Constituye el epicentro del turismo y la marcha nocturna. Incluso la llaman la Ibiza del Sur. Despliega una variada oferta de discotecas, chiringuitos, restaurantes y hoteles. También cuenta con un parador inaugurado en los años `60. De sus 17 km costeros, 7 km han obtenido la Bandera Azul (Playa de Marina de la Torre, Venta del Bancal, Cantal…). Mojácar también nada entre la calma y el sosiego a través de hermosas playas (El Algarrobico, El Sombrerico…). Cada una de ellas te muestra una razón para que te quedes, un motivo para que jamás te marches. Si vas a Mojácar, ten mucho cuidado porque…¡puedes enamorarte!

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